El estreñimiento es un problema que afecta la calidad de vida de muchos ancianos. En un estudio en España de 349 adultos, un 29,5% consideraba que padecía estreñimiento. Determinar las causas de la diarrea/estreñimiento es muy importante desde un punto de vista médico, farmacológico y nutricional.
Fluidos
Tradicionalmente se ha recomendado una ingesta de al menos 1,5L de fluidos para evitar el estreñimiento (1), sin embargo para muchos ancianos ésta es una tarea bastante complicada debido a la dependencia de cuidadores para la preparación de bebidas o a una percepción disminuida del estímulo de sed (2). Además, la recomendación estándar de 1,5L puede no ser adecuada para todos los individuos, por lo que es necesario hacer cálculos individuales.Los ancianos que dependen de ayuda para la preparación de bebidas tienen menos posibilidades de alcanzar su ingesta óptima de fluidos (2). Aquí hay que tener en cuanta no solo el ofrecerle al anciano la bebida, si no en darle tiempo suficiente para beberla y animarle y recordarle que beba. Ofrecer alimentos con un alto contenido en fluidos (sopas, fruta o puré de fruta, yogures, etc.) también puede ayudar a aumentar la ingesta.
Fibra
Aunque aumentar la ingesta de fibra se ha recomendado de forma habitual como tratamiento para el estreñimiento durante los últimos años, la verdad es que no existe suficiente evidencia para apoyar esta recomendación (4,5). En efecto, para algunos individuos aumentar la masa de las heces mediante el aumento de fibra es beneficioso ya que mejora el tránsito intestina y ayuda a expulsarlas; sin embargo en otros puede ocasionar estreñimiento. El National Health and Nutrition Examination Study (2013) no encontró ninguna relación entre la ingesta baja de fibra y el estreñimiento (basado en 10.914 individuos) (6). También es interesante echarle un ojo a este otro estudio (5).Aquí vale la pena hacer una mención especial: las ciruelas pasas. Tradicionalmente se han recomendado también para aliviar el estreñimiento y hay estudios que sí que demuestran su eficacia (1). Sin embargo, recientemente Halmos y Gibson (7) han cuestionado si esto se debe a la cantidad de fibra presente o la cantidad de sorbitol. Esto es de vital importancia ya que aquellos individuos con estreñimiento debido a SII que reciban este consejo, aumentarán significativamente la cantidad de sorbitol de la dieta, que como ya sabemos es parte de las sustancias no recomendadas si seguimos una dieta baja en FODMAP para el tratamiento de los síntomas asociados con SII.
Nos quedan algunos puntos más por comentar que publicaremos en unos días, pero la conclusión es esta: no debemos dar consejo generalizado a aquellos pacientes con diarrea o estreñimiento sin antes evaluar las posibles causas de éstos. Los consejos tradicionales muchas veces están tan arraigados que ni nos planteamos dónde hemos adquirido ese conocimiento.
Referencias
1. McKay S., Fravel M., Scanlon C.(2012). Management of Constipation. J Gerontol Nurs. 38(7) 9-15.
2. Schols JMGA et al. Preventing and treating dehydration in the elderly during periods of illness and warm weather.J Nutr Health Aging. 2009 February; 13(2): 150–157.
3. Vivanti AP et al. Contribution of thickened drinks, food and enteral and parenteral fluids to fluid intake in hospitalised patients with dysphagia. J Hum Nutr Diet. 2009 April; 22(2): 148–155
4. McCallum Iain J D, Ong Sarah, Mercer-Jones Mark.Chronic constipation in adults BMJ 2009; 338:b831
5. Ho ks et al. Stopping or reducing dietary fiber intake reduces constipation and its associated symptoms. World J Gastroenterol. 2012 Sep 7;18(33):4593-6.
6. Markland AD et al. Association of Low Dietary Intake of Fiber and Liquids with Constipation: Evidence from the National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES). Am J Gastroenterol. 2013 May; 108(5): 796–803