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martes, 30 de mayo de 2017

La evidencia tras la Dieta Alcalina

A menudo en nuestro Gabinete Dietético nuestros clientes nos preguntan cuál es nuestra opinión de ésta o aquella dieta que está de moda en ese momento. Una dieta “de moda” es la que encontramos en revistas o periódicos. Normalmente son la cura para todos nuestros males y por supuesto, son seguidas por una multitud de famosos, dispuestos a poner su cara en los anuncios pertinentes. 

La primera oleada de esta dieta es seguida por libros de cocina, aplicaciones para el móvil y suplementos dietéticos que tenemos que comprar.  Muchas de estas dietas se pueden rechazar inmediatamente por lo ridículo de su principio, por ejemplo, la dieta del jarabe de arce. Sin embargo hay algunas que no son tan fáciles de identificar de primeras y que tenemos que estudiarlas con más detalle.

Una de estas dietas es la dieta alcalina (también conocida como la dieta de la comida alcalina o la dieta ceniza-alcalina). No es que sea una novedad, pero ha persistido durante varios años, va y viene como un resfriado y tiene el apoyo de famosos. Muchos de nuestros pacientes la encuentran confusa, ya que de primeras no parece ir por mal camino.  Con este artículo queríamos examinar la evidencia sobre esta dieta y compartir nuestros descubrimientos.

La Dieta

El principio fundamental de la dieta es el equilibrio. Como sabemos, al cuerpo humano le gusta estar en un estado de equilibrio (homeostasis). Dos ejemplos claros son la temperatura y la glucemia. El cuerpo humano tiene varios mecanismos a mantener éstos. Lo mismo puede decirse de pH, de acuerdo a Greenopedia, los niveles de pH son “la clave de la vida”1.

La escala de pH es una medida de cuánto de ácido o de base (alcalina) es una sustancia. De 0-6,9 es ácida, 7 es neutral y 7,1-14 es alcalina. El pH de la sangre está estrechamente controlado en un rango ligeramente alcalino, entre 7,35 – 7,452. Como norma general deberíamos mantenernos alejados de esa gente que declara que el cuerpo humano tiene que estar en un estado alcalino. Aunque esto es verdad cuando hablamos de la sangre, existen diferentes rangos de pH óptimo según en qué parte de nuestro cuerpo nos encontramos. La saliva, por ejemplo, es ligeramente ácida con un pH de entre 6,35 – 6,85. La gente que afirma que el cuerpo necesita estar en un estado alcalino simplemente no entiende este concepto.

Ahora volvamos al tema de la dieta. Los principios sobre los que se basa la dieta alcalina son que cuando metabolizamos la comida nos deja con un residuo (una ceniza) que es ácido o alcalino. Cuanta más comida comemos, más ácida es la sangre, lo que entonces nos ocasiona problemas de salud. Por supuesto, si comemos más comidas alcalinas ocurre lo opuesto. También, de acuerdo a Greenopedia, cuando no comemos suficiente comida alcalina nuestro cuerpo tomará magnesio, calcio y fósforo de nuestros huesos con el objetivo de devolver nuestro pH en sangre al rango normal1. En numerosísimas ocasiones los partidarios de la dieta alcalina citan la preservación de la salud de los huesos y la prevención de osteoporosis como una de las características clave de la dieta. Otras afirmaciones incluyen una mejora en la salud del sistema inmune y la todopoderosa prevención del cáncer.

La comida


En esta dieta los alimentos son clasificados como ácidos o alcalinos de acuerdo a sus potenciales de carga renal ácida (PRAL). La PRAL es un cálculo creado por los médicos Remer y Manz3. Básicamente cuanto más alto es el PRAL de una comida, más ácida es y por lo tanto, más acida es la orina (notad que hemos dicho orina y no sangre). Los seguidores de la dieta alcalina deben intentar comer un ratio de 80% - 20% a favor de las comidas alcalinas o las comidas con un PRAL muy bajo. Esto significa que deben tomar una dieta rica en verduras y frutas y minimizar el consumo de azúcar, granos, lácteos, carne y pescado.

La evidencia

Como con la mayoría de las dietas de moda, podemos encontrar una cantidad abrumadora de “evidencia” en las páginas web y los medios de comunicación social. Sin embargo cuando miramos con atención estas páginas nos damos cuenta de que es imposible encontrar ni una sola referencia a un ensayo clínico (evidencia real). Y ¡sorpresa! Lo que sí que hay son muchos enlaces a tiendas online para comprar libros y suplementos para llevar a cabo la dieta. En ocasiones este tipo de dietas tienen incluso un punto divertido (ej. la dieta del potito) pero consideramos que es muy grave  declarar que una dieta puede prevenir cáncer sin evidencia y aprovecharse de personas que están en situaciones vulnerables para sacar un beneficio económico.    

La dieta alcalina y cáncer


Vamos a empezar con el cáncer: “No hay ningún tipo de literatura científica que pueda determinar el beneficio de una dieta alcalina en la prevención del cáncer2”. Punto.
Sin embargo sí es interesante que algunos (no todos) agentes quimioterapéuticos funcionan mejor en un ambiente alcalino. Ha sido sugerido que usar sustancias como el bicarbonato de sodio puede mejorar regímenes de tratamiento2. Suponemos que el bicarbonato de sodio podría funcionar incrementando la cantidad del bicarbonato del cuerpo (el bicarbonato es un buffer abundante que se puede encontrar en el fluido extracelular). La gente que tiene experiencia en el mundo de la nutrición deportiva estará muy familiarizada con el bicarbonato y sus desagradables efectos secundarios.

La dieta y la salud de los huesos

Un punto clave para los seguidores de la dieta alcalina es que al comer comidas alcalinas el cuerpo no necesita usar el calcio de los huesos para incrementar el pH de la sangre. Los primeros estudios en animales y en humanos demostraron que una dieta alta en proteína causaba un aumento en la pérdida de calcio en la orina. Originalmente se pensó que era debido a un proceso de resorción ósea, posiblemente ocasionado porque el cuerpo usaba calcio como un buffer4.  Sin embargo, los estudios más recientes han demostrado que el aumento en la pérdida de calcio en la orina es en parte debido a un aumento en la absorción de calcio en el intestino y no al aumento en la pérdida del hueso2,4. De hecho, la evidencia más reciente ha demostrado que no sólo el enlace entre la carga ácida y la salud del hueso no es muy fuerte5, sino que además una ingesta adecuada de proteína puede ser beneficioso para los huesos2,4.
El consenso general es que, teniendo en mente la salud de los huesos, un aumento en la ingesta de fruta y verdura es más importante que limitar la ingesta de proteína.

El pH de la sangre y la orina

Aunque muchos de los seguidores de la dieta alcalina se refieren al pH de la sangre y la orina como si fueran lo mismo, éste no es el caso. Como sabemos, el pH de la sangre está muy estrictamente controlado para que se pueda mover en un rango muy pequeño. Si este no fuera el caso habría consecuencias muy graves, siendo la muerte la más grave y menos deseable.


El cuerpo humano tiene varias herramientas para mantener el pH de la sangre en el rango óptimo: buffers intracelulares (lee nuestro post sobre la beta alanina), los aminoácidos que pueden actuar como buffers, la exhalación de dióxido de carbono y el riñón. Estos mecanismos actúan rápidamente y pueden retornar el pH de la sangre a su rango normal en minutos6.

La realidad es que la comida tiene poco o ningún efecto sobre el pH de la sangre2, sin embargo, sí que tiene un efecto sobre el pH de la orina, que puede variar de ácida a alcalina. La orina ácida es un proceso normal y nuestro cuerpo lo utiliza de forma habitual para mantener que pH en el rango óptimo y aunque la orina ácida de forma crónica puede aumentar el riesgo de los cálculos renales2, una dieta equilibrada debería ser suficiente para evitarla.

Siempre nos cuentan en las revistas como los famosos siempre llevan tiras reactivas de pH para ver que “en qué estado están sus cuerpos” pero en realidad lo único que están comprobando es el estado de su orina y NO la salud en general.

Conclusión

Aunque una dieta que fomenta el consumo de frutas y verduras y evitar la comida basura es beneficiosa, las declaraciones que afirman que la dieta alcalina nos ayuda a evitar la osteoporosis y el cáncer son engañosas y no están apoyadas por la comunidad científica. Siempre debemos empezar a sospechar cuando en vez de artículos científicos, encontramos referencias a revistas y libros, o testimonios de “a mí me funciona”.

Tampoco estamos muy convencidos de la idea de que limitar el consumo de la proteína es bueno para la salud de los huesos. De hecho, como hemos visto, la evidencia científica nos dice que la proteína puede tener un efecto protector para los huesos. Definitivamente ¡no recomendaríamos esta dieta ni a ancianos ni a deportistas!


En conclusión, los beneficios asociados con esta dieta no tienen nada que ver con el pH y es más probable que ocurran debido al aumento en el consumo de las verduras y frutas junto con el consejo de evitar la comida procesada.    

Referencias

1. http://greenopedia.com/alkaline-diet-benefits/
2. GK Schwalfenberg , Journal of Environmental and Public Health 2012, The Alkaline Diet: Is There Evidence That an Alkaline pH Diet Benefits Health?
3. Remer T1, Manz F. J Am Diet Assoc. 1995 Jul;95(7):791-7.Potential renal acid load of foods and its influence on urine pH.
4. C Geissler & H Powers 2005,Human nutrition 11th Edition. Elsevir
5. Garcia AH1, Franco OH2, Voortman T1, de Jonge EA3, Gordillo NG4, Jaddoe VW5,Rivadeneira F6, van den Hooven EH Am J Clin Nutr. 2015 Dec;102(6):1595-603. 2015. Dietary acid load in early life and bone health in childhood: the Generation R Study.
6. GJ Tortora & S Reynolds Grabowski. 1996, Principles of anatomy & physiology 8th Edition. Harper Collins.

lunes, 22 de mayo de 2017

Recomendaciones e intervenciones nutricionales para la prevención de diabetes.

La prediabetes es un estado previo a la diabetes en el que los niveles de azúcar en sangre están más altos de lo normal pero aún no se considera que tengamos diabetes.

Un diagnóstico de pre diabetes debe interpretarse como una llamada a la acción. Es el momento de hacer cambios en nuestro estilo de vida para evitar la aparición de diabetes, que tiene complicaciones tan graves como ceguera, enfermedad renal y amputaciones. 

En nuestra consulta usamos HbA1c (hemoglobina glicosilada) para medir los niveles de glucosa. Un resultado de entre 5,7%-6,4% nos indicará que es de suma importancia involucrar a nuestros pacientes en un programa intensivo de educación nutricional y cambios en el estilo de vida. Programas intensivos que incluyen este tipo de intervenciones han tenido un gran éxito en prevenir diabetes y normalizar los niveles de glucosa en sangre (1-5). 

Durante mi estancia en Londres tuve la suerte de participar en uno de estos programas: MAP (info aquí). Los resultados de MAP fueron indiscutibles: 60% de los participantes normalizaron sus niveles de glucosa (ya no tenían prediabetes), 82% mejoraron su control glucémico, además de reducciones en los perímetros de cintura y cadera. Tras 12 meses, el 43% de los participantes continuaba en los rangos normales de glucosa en sangre y continuaban manteniendo niveles medios-altos de actividad física y otros cambios adquiridos en el programa.. 

He tenido la oportunidad de adaptar este programa y en nuestra consulta ofrecemos un paquete de 6 sesiones a lo largo de 3 meses y revisiones periódicas a continuación. 
Durante las sesiones, además de valorar el riesgo de diabetes, medimos la grasa corporal, grasa localizada, presión sanguínea, perímetro cintura cadera, evaluamos la dieta actual y el nivel de actividad física. Cubrimos temas como el etiquetado nutricional, colesterol, calidad de la dieta,  proporciones de macronutrientes, sugerimos recetas e incorporamos alimentos que son beneficiosos en el control glucémico. Además, discutimos con el paciente ejercicios que puede incorporar a sus rutinas y maneras de aumentar la actividad física diaria. 

En general las recomendaciones para este tipo de programas son (5):

  • Intervenciones que cambien el tipo de dieta y aumenten el nivel de actividad física.
  • Disminución del peso corporal un 5-7%
  • Aumentar el nivel del actividad física a 30 minutos al día de ejercicio moderado ya marca la diferencia. 
  • Una ingesta de fibra de >15g/1000kcal, grasa saturada y trans (<10% energía total).
  • Monitorizar la comorbilidades
  • Consumir hidratos de carbono de tipo integral, fruta, verdura y legumbres.
  • El uso de técnicas de cambio del comportamiento (Behaviour Change Strategies) tales como Entrevista motivacional tienen un efecto más duradero que el enfoque tradicional. 

En general en nuestro programa fomentamos la automonitorización, el establecimiento individual de metas y proporcionamos a nuestros pacientes las herramientas para manejar recaídas y evitar/buscar soluciones cuando se enfrentan a desencadenantes de comportamientos "pre-programa". 

No hay duda de que el número de personas con diabetes está aumentando en España y tiene sentido que empecemos a invertir en la prevención de su desarrollo, en vez de en el tratamiento de la enfermedad una vez que ya no hay vuelta atrás.
Mediterranean Group for the Study of Diabetes. Prevalence*(%) estimates of diabetes (20-79 years),
Mediteran Area, 2013
Recomiendo la lectura de estos documentos sobre la prevalencia de diabetes en el mundo:
http://www.idf.org/sites/default/files/Atlas-poster-2014_ES.pdf
http://www.idf.org/sites/default/files/DA-regional-factsheets-2014_SP.pdf


Referencias
  1. Knowler WC, Barrett-Connor E, Fowler SE, et al.; Diabetes Prevention Program Research Group. Reduction in the incidence of type 2 diabetes with lifestyle intervention or metformin. N Engl J Med 2002;346:393–403 
  2. Buchanan TA, Xiang AH, Peters RK, et al. Preservation of pancreatic b-cell function and prevention of type 2 diabetes by pharmacological treatment of insulin resistance in high-risk hispanic women. Diabetes 2002;51: 2796–2803 
  3. Chiasson J-L, Josse RG, Gomis R, Hanefeld M, Karasik A, Laakso M; STOP-NIDDM Trial Research Group. Acarbose for prevention of type 2 diabetes mellitus: the STOP-NIDDM randomised trial. Lancet 2002;359:2072–2077 
  4. Lin JS, O’Connor E, Evans CV, Senger CA, Rowland MG, Groom HC. Behavioral counseling to promote a healthy lifestyle in persons with cardiovascular risk factors: a systematic review for the U.S. Preventive Services Task Force. Ann Intern Med 2014;161:5682578 
  5. Paulweber B, Valensi P, Lindstrom J, et al. A European evidence-based guideline for the prevention of type 2 diabetes. Horm Metab Res 2010;42(Suppl. 1):S3–S36

jueves, 11 de mayo de 2017

Dieta para prevenir depresión

Este artículo lo he sacado de una serie llamada "Food as Medicine", que podéis encontrar aquí

Está establecido que una alimentación rica en fruta, verduras, legumbres y frutos secos ayuda a prevenir problemas como la depresión (1) y que, por lo contrario, una alimentación rica en carnes procesadas, harinas refinadas (pasta no integral, arroz blanco, etc), bollería, alimentos procesados y dulces contribuye a depresión y ansiedad (2, 3).

Esta relación es independiente. Que no consumas comida rápidas, o no vayas a Mcdonals y no tomes Croissants, no significa que tu dieta sea adecuada. Y al revés. Seguir una dieta rica en fruta y verdura, pero con un consumo frecuente de carnes y alimentos procesados tampoco te libra de las consecuencias a nivel anímico. 


La relación entre dieta y salud mental es clave durante los primeros años de la vida. Un estudio con más de 20.000 madres e hijos mostró que los hijos de madres que comían una dieta poco saludable durante el embarazo tenían un mayor nivel de conductas relacionadas con trastornos mentales. También vieron que las dietas de los niños durante los primeros años de vida estaban asociadas con este tipo de conductas. Esto sugiere que las dietas de las madres durante el embarazo y los primeros años de vida tiene una influencia muy importante en la salud mental y trastornos mentales a medida que crecen. 

Es importante señalar que la mayoría de estos estudios son observacionales, con lo que se puede establecer una correlación, pero no una relación causal. Es decir, ¿la comida basura ocasiona depresión o la depresión hace que comamos más comida basura? 

Existen varios estudios al respecto, pero relativamente pocos de ellos son intervencionales. En este estudio reclutaron a adultos con trastornos depresivos mayores y fueron repartidos al azar entre 1) recibir apoyo social o 2) apoyo de un dietista clínico, durante un período de tres meses.  El grupo dietético recibió información y asistencia para mejorar la calidad de sus dietas actuales. El objetivo era aumentar el consumo de verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, pescado, carnes rojas magras, aceite de oliva y nueces, y reducir el consumo de alimentos no saludables, como dulces, cereales refinados, frituras, comida rápida, carnes procesadas y bebidas azucaradas.  Los resultados del estudio mostraron que los participantes en el grupo de intervención dietética tuvieron una reducción mucho mayor en sus síntomas depresivos durante los tres meses, en comparación con los del grupo de apoyo social.  Al final del ensayo, el 32% de los del grupo de apoyo dietético, en comparación con el 8% de los del grupo de apoyo social, cumplía los criterios para la remisión de la depresión mayor. 

Es importante entender que los investigadores creen ahora que la depresión no es sólo un trastorno cerebral, sino más bien un trastorno de todo el cuerpo, siendo la inflamación crónica un importante factor de riesgo. Esta inflamación es el resultado de muchos estresores ambientales comunes en nuestras vidas: mala alimentación, falta de ejercicio, tabaquismo, sobrepeso y obesidad, falta de sueño, falta de vitamina D, así como el estrés.  Muchos de estos factores influyen en la microbiota del intestino (las bacterias y otros microorganismos que viven en su intestino, también conocido como su "microbioma"), que a su vez influyen en el sistema inmunológico y - parece que - en el estado de ánimo y el comportamiento. 

La microbiota del intestino depende de una ingesta adecuada de fibra dietética, y la salud del intestino puede verse comprometida por una ingesta alta de azúcares añadidos, grasas, emulsionantes y azúcares artificiales que encontramos normalmente en los alimentos procesados.  

Una dieta rica en grasas añadidas y azúcares refinados también tiene un fuerte impacto negativo en las proteínas cerebrales que sabemos que son importantes en la depresión: neurotrofinas. Éstas protegen al cerebro contra el estrés oxidativo y promueven el crecimiento de nuevas células cerebrales en nuestro hipocampo (una parte del cerebro crítica para el aprendizaje y la memoria, e importante para la salud mental). 

La importancia de una nutrición adecuada está extendiéndose cada vez a más áreas, por lo que debemos intentar que alimentarse correctamente sea accesible a todos los grupos sociales, independientemente del estrato social, edad y nivel de ingresos.

viernes, 28 de abril de 2017

Excercise, Macronutrients and immunology part III Protein and Amino Acids

As the debate about fat and carbohydrate rages on, I think everybody can agree that protein is essential. Even the moderately active individual needs to have a higher than recommended protein intake. This is the final article that summarises the latest evidence on the role of the macronutrients in exercise and immunology (click here and here to read the previous two articles). The article will not look at protein as a whole but on the amino acids that have been researched the most in terms of their effect on the immune system post exercise. These amino acids are the branched chain amino acids (BCAA) and glutamine. Remember that if you want to read about this topic in more detail please consult the Exercise and Immunology review1.

The branched chain amino acids (leucine, isoleucine and valine) are probably one of the most popular sports nutrition supplements, especially among people who regularly lift weights. During long bouts of exercise the BCAAs are utilised by the working muscles and this causes the plasma concentration of BCAA to fall. Apart from being used for energy, the metabolism of BCAA produces nitrogen which is used for glutamine synthesis. During exercise, a reduction in plasma glutamine has been observed which has been linked to exercise-induced immunodepression. 
It was suggested that BCAA intake could indirectly influence immune response by increasing glutamine synthesis. As we all know, just because something sounds good in theory doesn’t mean it will work in practice. Despite the fact that supplementing with BCAA during exercise did indeed increase both plasma and muscle concentrations, this did not lead to an increase in plasma glutamine. 
There is some evidence that chronic supplementation of BCAA can prevent the decrease in plasma glutamine and other markers of exercise-induced immunodepression.
BCAA, in particular leucine, may have a direct effect on the immune system through their effect on the mTor signalling pathway. mTor stimulates muscle protein synthesis and activates cytokine and antibody production. Again, somewhat predictably, the evidence is lacking and what data there is indicates that BCAA has a greater involvement in muscle protein synthesis as opposed to immune function.

The authors conclude that there is some evidence that BCAA can reduce exercise-induced immunodepression but not enough to recommend its use for athletes in the context of immune function.

It is worth remembering that the BCAA use the same transporter during digestion and that when they are taken in large amounts (for example as a supplement) the amino acid that is in the highest concentration (usually leucine) is absorbed at the expense of the other two2. Therefore, I would suggest that BCAA supplementation in general may not be as advantageous as diet rich in high quality proteins.

Moving away from BCAA as a precursor to glutamine and to glutamine itself. Glutamine is the most abundant amino acid in the body and was originally thought to be non-essential. However, during times of stress to the body the requirement increases so it has been renamed conditionally essential. It is synthesised, stored and released mainly in the skeletal muscle, and among the numerous cells that utilise it are the immune cells, such as, macrophages, neutrophils and lymphocytes. As mentioned before, prolonged exercise results in a decrease in plasma glutamine concentration, a decrease in immune function is simultaneously observed.

As with BCAA supplementation, the rationale is sound but disappointingly, the results from studies of glutamine supplementation do not live up to the expectation.
In conclusion, while there are some encouraging signs that BCAA and glutamine may influence immune function, the evidence is not currently strong enough to promote the supplementation of either. As I stated before, what is essential is that you have a diet rich in high quality protein. 
Before even considering supplementation of any kind you should always evaluate the quality of your diet and address any issues. If you would like to know more about our sports nutrition packages please contact us on info@gabinetederueda.es 

References 
1.Berman S et al. (2017) Immunonutrition and Exercise Consensus Statement. Exercise and Immunology Review: Vol 23
2. Gropper, S.S & Smith, (2013) J.L Advanced Nutrition and Human Metabolism 6th Edition. Wadsworth Cengage Learning 

lunes, 17 de abril de 2017

¿Suplementos en la pirámide alimentaria?

Hace unos días os contábamos aquí los cambios que han sido introducidos en la pirámide alimentaria. Nos centrábamos principalmente en alcohol, carne roja y refrescos y bollería y dejábamos la cima de la pirámide para otro artículo.
 
En la parte superior de la nueva pirámide encontramos una banderita que reza "Suplementos nutricionales". Este cambio ha sorprendido a muchos y animado a otros tanto a empezar a consumir tanto complejos vitamínicos como aminoácidos, enzimas, minerales, etc.

Los suplementos nutricionales se utilizan para completar una dieta que tiene alguna deficiencia diagnosticada o si se necesita un aporte extra por algún motivo (por ejemplo en el embarazo) o por alguna enfermedad crónica o aguda. Pero siempre deben ser tomado bajo supervisión y monitorización de un profesional sanitario (que tenga una razón de peso). 

El objetivo de una pirámide nutricional es el de propocionar a la población general (excluyendo enfermos, embarazadas, deportistas de alta intensidad) con una guía fácil sobre lo que es una alimentación equilibrada. Los suplementos no son alimentos y además, no son necesarios para toda la población. Incluirlos en la pirámide transmite un mensaje confuso y da pié a que entendamos que todos debemos tomarlos para estar sanos. Aportar dosis altas de determiandos nutritientes, en la mayoría de los casos, es tirar el dinero (nuestro cuerpo es listo y libera en el pis lo que no necesitamos), pero en otros casos puede ser peligroso, ya que alta dosis de por ejemplo vitamina A, pueden dañar el hígado o provocar daños en el feto si la mujer que los toma está embarazada.

Es verdad que la pirámide viene acompañada con un documento de 60 páginas que explica precisamente esto, pero este documento no es el que vemos en la tele, periódicos o el que en general llega a la gente. 

Con el ritmo de vida actual, tendemos a pensar que una pastilla va a solucionar nuestros problemas: colágeno para el dolor articular(cuya evidencia es inexistente, a pesar de lo que salga en los anuncios de la tv), cafeína para adelgazar, vitamina C para evitar resfriados; y no nos paramos a pensar que quizás es el estilo de vida que llevamos el que nos está haciendo enfermar. Hay veces que pararse a reflexionar y cambiar ciertos hábito puede suponer una diferencia considerable en términos de salud.

Una vez dicho esto, os invito a a ver nuestra colaboración en la sección de Noticias en televisión Castilla y León. Link ak vídeo aquí: https://www.youtube.com/watch?v=0_5hCK3YqZg

miércoles, 29 de marzo de 2017

Macronutrients, Exercise and Immunology Part 2: Lipids

As was discussed part 1, exercise can depress the function of the immune system. Supplementing with carbohydrate during exercise has been shown to blunt this response therefore the immune system can function better than if no supplementation had taken place. In this post, we will be looking at the role of fatty acids in exercise and immune function.


As with carbohydrate, the main role of fatty acids is a source of energy. As well as energy, certain fatty acids are involved in inflammation and immune responses. A dialogue that is probably very familiar to all of us is that Omega-6 fatty acids are pro-inflammatory and Omega-3 anti-inflammatory and that our modern diet has too much Omega-6 and not enough Omega-3. Just a quick google search of either Omega-3 or 6 will result in many nutrition “experts” giving advice on how to improve the ratio of the fatty acids in the diet. 


The Omega-6 linoleic acid is termed an essential fatty acid because, as with essential amino acids, it cannot be synthesised by the body and therefore must be obtained through the diet. Nuts, seeds and vegetable oils are rich sources of linoleic acid1. Once in the body, linoleic acid can be converted to another Omega-6 fatty acid arachidonic acid, this fatty acid is a pre-cursor to inflammatory mediators known as prostaglandins and leukotrienes. These two mediators are involved in inflammatory (and allergic) reactions, hence the belief that a diet rich in Omega-6 can lead to problems associated with chronic inflammation. Despite their role in inflammation, the authors of the exercise and immunology review2 state that currently there is no strong evidence to support the claims that altering your Omega-6 intake will affect inflammation. In terms of the role of Omega-6 in exercise and the immune system, the same authors state that there is very little research in this area.


Moving on to the Omega-3 fatty acids EPA and DHA, the anti-inflammatory actions of these fatty acids, taken as either a fish oil supplement or as oily fish, are well documented. EPA and DHA can be easily assimilated into cell membranes at the expense of the Omega-6 arachidonic acid, which of course leads to less production of the prostaglandins and leukotrienes. They are also involved in the production of mediators that resolve inflammation, enhance immune function and regulate key signalling events within immune cells such as T-cells and B-cells.

Unlike with Omega-6, the role of Omega-3 within exercise is a well-researched topic. However, (there is always a however) it is difficult to draw any firm conclusions from the published research. A large difference in doses used, (1g – 4g/day), the populations studied (untrained or elite athletes) and length of time of the studies (one week to several months) have made it difficult to say with confidence that Xg of Omega-3 taken per day will help you decrease exercise induced immunodepression. Supplementing with Omega-3 appears to decrease post exercise muscle soreness and exercise induced inflammation in untrained individuals but the evidence in trained and elite individuals is less convincing. The conclusion of the authors of the Exercise and Immunology Review is that more research is needed in this area.


So, what conclusions if any can we draw from this information? Regardless of its role in exercise Omega-3 fatty acids have numerous health benefits, so I would recommend that our diet has sufficient Omega-3 in it, either by ensuring we eat 1-2 portions of oily fish per week, or if you do not eat fish, take a fish oil supplement. At this moment in time I would avoid taking large doses of Omega-3 either before or during exercise until there is stronger evidence supporting the claim that it has a beneficial effect in this area. 

If you want any more information on diet, exercise and the immune system please get in touch via wayne@gabinetederueda.es 
 
References

1. http://nutritiondata.self.com/foods-000141000000000000000-w.html   
2. Berman S et al. (2017) Immunonutrition and Exercise Consensus Statement. Exercise and Immunology Review: Vol 23

martes, 28 de marzo de 2017

Un peso adecuado no significa estar sano

Aunque el peso es un factor importante para evaluar el riesgo de ciertos tipos de cáncer, resistencia la insulina, hipertensión ,etc. la ciencia nos dice que éso no lo es todo. 

Hace 10 días en Sevilla se reunieron la SEEDO y la SEECO (Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad  y Sociedad Española de la Cirugía de la Enfermedad Mórbida y de las Enfermedades Metabólicas, respectivamente) para discutir un cambio en los protocoles de cirugías por obesidad. 

Tradicionalmente se ha utilizado el Índice de Masa Corporal (peso dividido entre altura al cuadrado) para clasificar una persona como normopeso, sobrepeso, obeso, pero recientemente se ha llegado a la conclusión de que hay muchas personas que aún teniendo un peso adecuado, tienen una gran cantidad de grasa corporal, que les sitúa en la clasificación de obesidad. 
Fuente: American Institute for Cancer Research


Esta grasa que no nos esperamos en personas delgadas es igual de peligrosa que en personas obesas: aumenta el riesgo de cáncer de hígado, colon, pecho, de enfermedad metabólica, triglicéridos, diabetes. Han sido clasificados en un nuevo grupo llamado "metabólicamente obesos-normopeso" - TOFI coloquialmente. Presentan normalmente (aunque no en todos los casos) un azúcar en sangre alto, sin hipertensión, con el colesterol bueno bajo y triglicéridos altos. Normalmente no tienen grasa acumulada en la zona central del cuerpo, pero sí que la tienen internamente alrededor de los órganos.

¿Qué significa esto?
Que es el momento de evaluar si el estilo de vida que llevamos es el más adecuado. Estar delgado no significa estar más sano y tenemos que evaluar si nos estamos dedicando tiempo a cuidarnos.

¿Realizas actividad física 3-4 días a la semana durante al menos 40 minutos? 
¿Incluyes ejercicio en tu día a día - vas andando al trabajo, subes escaleras...? 
¿Comes bien? Esto no significa que cuando comas no engordes, quiere decir que si los alimentos que consumes son frescos y naturales en vez de procesados. ¿Tienen grasa de palma? ¿Están cargados de azúcar? ¿Tienen tantos ingredientes que te has aburrido de leer la etiqueta? 
¿Duermes bien? ¿Suficientes horas? ¿Sabías que dormir menos de 7 horas de forma regular está relacionado con la resistencia ala insulina?
¿Bebes alcohol todos los días? ¿Quizás te pasas un poco el fin de semana?

Estas son preguntas que debes hacerte y si te das cuenta de que son mucho síes, decidir si quieres cambiar. ¿Dónde te ves dentro de 5 años? Si tienes hijos ¿crees que vas a poder correr detrás de ellos? ¿Te vas a estar sofocando cuando subas los escalones del cole? ¿Salir a la calle va a ser cada vez un esfuerzo mayor? 

¿Vas a invertir tiempo en cuidarte? Si la respuesta es sí, escríbenos un email a info@gabinetederueda.es y te contaremos de qué manera podemos ayudarte.

martes, 21 de marzo de 2017

Rueda, pirámide, plato.... ¿qué comemos?

Las pirámides, ruedas alimentarias y los platos son ayudas didácticas visuales que hacen llegar a la población sana los objetivos nutricionales pautados para la salud pública. 






Existen multitud de alternativas a la pirámide sugerida recientemente por la SENC (Sociedad Española de Nutrición Comunitaria).

Ésta tiene en cuenta aspectos tales como el equilibrio emocional, actividad física y las técnicas culinarias. 
 
Hace unos años la SEDCA (Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación) sugirió esta otra variante, que también tenía en cuenta aspectos como la actividad física y el agua. 
La estrategia NAOS (apoyada por el Ministerio de Sanidad) también propuso una pirámide alimentaria, con un mayor foco en la actividad física. 
Todas ellas tienen en común un consumo abundante de fruta, verdura e hidratos de carbono como base de la dieta, abundante agua y un consumo frecuente de carnes y pescados y ocasional de aceite, mantequilla y demás grasas. 

En su pirámide de 2004 la SENC además nos incluye el vino y la cerveza como parte de una alimentación saludable. Esto puede resultar chocante al comparar nuestra pirámide con cualquier guía saludable de cualquier otro país y sobre todo, después de los informes publicados sobre el daño que el consumo incluso "moderado" de alcohol produce en nuestra salud. 

Pero claro, hay que tener en cuenta que España es un país productor de vino y que la industria cervecera tiene importantes vínculos con varias organizaciones españolas de nutrición.

La SENC además publicó en 2008 una pirámide de hidratación saludable, en la que, sorprendentemente, los refrescos azucarados están incluidos, así como los zumos. ¿Es realmente "saludable" consumir zumos a diario y refrescos azucarados semanalmente?

En términos de alimentación me parece que la pirámide de alimentación Australiana está mucho mejor detallada que las diferentes opciones españolas.

Incluye como novedad elementos como las especias, la sal y el azúcar. También incluye en la parte superior de la pirámide las grasas "buenas", como el aceite de oliva, aceite de semillas, frutos secos y aguacates. 

La fruta y la verdura siguen siendo la parte más abundante de nuestra dieta, pero en este caso destaca que la verdura debe tomarse en mayor cantidad que la fruta.

Junto con las legumbres, la fruta y la verdura, los hidratos de carbono deberán sumar un 70% de nuestra dieta. Estos hidratos de carbono deberán siempre ser integrales. También cabe destacar que los alimentos procesados que veíamos en pirámides o ruedas de alimentos anteriores han sido suprimidos en esta acertada versión.

Además aconseja llevar un ritmo de vida activo y tener una dieta variada. 

Siempre debemos tener en cuenta que este tipo de modelos están dirigidos a una población sana. En caso de padecer alguna enfermedad, siempre debes consultar a un especialista.

En nuestra consulta, te explicaremos nuestro modelo de alimentación y lo adaptaremos para ti.
Nuestro modelo está basado en esta pirámide, en el Eatwell plate de Reino Unido y en My plate de EEUU.


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