El cambio climático es algo que nos preocupa a todos (o con un poco de suerte, a la inmensa mayoría) y muchos queremos aportar nuestro granito de arena. Se ha hablado mucho sobre el consumo de carne, las emisiones de metano por parte del ganado y de cómo, si el mundo entero se volviera vegetariano, este problema se solucionaría.
Esto, en realidad, no es así, y es una creencia que ha empujado a muchos a seguir una dieta vegetariana que no les hace felices. Es decir, que si quieres seguir una dieta vegetariana por el motivo que sea, ¡adelante!, pero si es únicamente por una preocupación por el medio ambiente, sigue leyendo.
Primero, desde un punto de vista global, debemos recordar que muchos países en vías de desarrollo basan su economía en la producción de ganado/ carne, llegando a suponer desde un 30 a un 60% del PIB del país en algunos casos. Si todos dejáramos de comer carne inmediatamente hundiríamos a 180 millones de personas en la pobreza más absoluta (1).
Segundo, aunque es cierto que el ganado emite gases perjudiciales para la atmósfera, también contribuyen al secuestro de carbono que se encuentra en las tierras de pasto. Así que, sí, el ganado contribuye a la emisión pero también contribuyen a su eliminación, ¿quizás es el momento de evaluar cuál es el impacto neto del ganado teniendo en cuenta también el secuestro de carbono? (2).
Ayudar al planeta está en nuestras manos (en las de los países desarollados) y es mucho más sencillo y requiere menos sacrificio del que pensamos:
1) Tira menos comida. A nivel global, tiramos un 20% de carne y lácteos al año. Esto es comida en perfecto estado que termina en la basura. ¿Por qué no calculamos mejor las cantidades que cocinamos, nos esforzamos por congelar y por aprovechar las sobras de las comidas? Todo lo que tiramos a la basura tiene un impacto global, más allá de nuestras casas. Y cada año, los consumidores de los países ricos/desarrollados desperdician casi tantos alimentos (222 millones de toneladas) que la producción de alimentos neta total del África subsahariana (230 millones de toneladas) !!!!!!!!!!!!!!!!!!!. (3)
2) Come menos carne. Actualmente consumimos infinitamente más cantidad de proteínas de las que necesitamos, la mayoría en forma de carne. ¿Por qué no intentas comer carne 3 días a la semana y usas proteína vegetal (lentejas, garbanzos, tofu, alubias, edamame), pescado o huevo el resto de días? Simplemente con reducir un poco la carne que consumimos semanalmente provocaremos un cambio en el mundo que dejamos para nuestros nietos. Este estudio (que me parece interesantísimo) explica como si Reino Unido adaptara su dieta a las recomendaciones dietéticas de la OMS, las emisiones de gases invernadero se reducirían en un 17%!!! Y esto es solo Reino Unido. Imagínate que toda Europa lo hiciera...imagínate que América se uniera!
Vía Tribuna Valladolid |
En vez de cambiar tu dieta o tu estilo de vida drásticamente, comienza por estos pequeño cambios. No se requiere un gran gesto para salvar el mundo, sino uno pequeño, pero constante.
Referencias
1. http://www.fao.org/docrep/015/i2744e/i2744e00.pdf
2. http://www.fao.org/docrep/018/i3437e/i3437e00.htm
3. http://www.fao.org/save-food/recursos/keyfindings/es/