Este es otro de los artículos en inglés, compartidos desde Build Up Dietitians, cuyo original podéis encontrar aquí.
Me ha parecido muy acertada la forma en la que han expuesto la información, así que espero que lo disfrutéis tanto como yo. Aquí va la traducción.
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Se supone que Hipócrates dijo: "Que la comida sea tu medicina y la medicina sea tu comida". No estoy de acuerdo. La comida no es medicina. Tampoco es un medicamento o un reemplazo de la profesión.
Continuamente escucho a gente decirme: "Pero Dylan, tienes diabetes tipo 1 y un doctorado en ciencias de la nutrición humana. Seguramente sabes que la comida tiene un gran impacto en la salud?" Sí, lo sé. Pero eso no convierte a los alimentos en medicina.
La máxima (¡tan conocida!) de Hipócrates es probablemente una cita errónea - una que mucha gente tiene interés en seguir promoviendo. Con demasiada frecuencia, personas sin ningún tipo escrúpulo usan esta frase para vender chorradas, como la última dieta detox de moda. También es utilizado con frecuencia por personas de renombre que intentan promover la importancia de dietas saludables, pero éstos deben dejar de usarla para que no se les confundan con curanderos o timadores.
¿Qué tiene de malo pensar en la comida como medicina? Pues que así hacemos un flaco favor tanto a la comida como a la medicina.
La comida es mucho más que medicina. La comida está intrínsecamente relacionada con las interacciones humanas y la comunidad. La comida es cultura, amor y alegría. Medicalizar la comida le quita todos estos aspectos positivos. Tener una relación saludable con la comida es esencial para el bienestar de una persona, pero no porque tenga propiedades medicinales.
La comida no es solo un combustible, es más que nutrientes y no la consumimos simplemente para reducir el riesgo de sufrir enfermedades. Considerar los alimentos como medicamentos puede llevarnos a obsesionarnos con la ingesta de macronutrientes, a divinizar o demonizar injustamente a ciertos alimentos, convirtiendo alimentarnos en un proceso triste y estresante.
Las personas tienden a sobrevalorar el impacto inmediato de lo que están comiendo HOY, piensan que un "súper alimento" puede tener beneficios instantáneos, mientras que subestiman que una dieta es lo que consumen durante toda sus vida. Cambiar a una nueva dieta durante una semana no revertirá toda una vida de malos hábitos alimenticios. Ese cambio debe mantenerse en el tiempo para tener un efecto significativo.
Lo que comemos en el presente tiene una pequeña y sutil influencia en nuestra salud, que se vuelve poderosa al afectarnos a lo largo de nuestra vida. Sin embargo, la dieta es solo uno de los muchos factores que influyen en nuestra salud. El medio ambiente, la actividad física y la genética también juegan un papel importante.
Por último, la gente que está completamente sana también necesita comer, por lo que la comida NO es medicina. La medicina es la práctica de mantener la salud y prevenir y tratar las enfermedades. Hago uso de la medicina cada día para mantenerme con vida. Podría comer los alimentos más sanos del mundo, pero sin la medicina, moriría de igual manera. La medicina moderna es increíble y estoy vivo y soy capaz de estar escribiendo esto que lees simplemente porque es ¡es increíble! (me siento especialmente agradecido a Frederick Banting y a Charles Best, los inventores de la insulina).
Vivimos más que nunca y esto es gran parte debido a la salud pública y a la medicina moderna. Cuando Hipócrates supuestamente dijo que la comida es medicina, la mayoría dela gente que enfermaba de algo serio, se moría. En la Grecia antigua no sabían lo que eran las bacterias y los virus y mucha gente pensaba que las enfermedades eran castigo de los dioses. Aunque ese concepto ya está obsoleto, la filosofía de "la comida es la medicina" nos devuelve a la mentalidad de la enfermedad como castigo. Si te pones malo, es que debe saber comido los alimentos equivocados.
Las personas que están enfermas no necesitan ese extra que culpabilidad. La noción de "comida es medicina" puede ser dañina de otra manera. A veces hay personas que renuncian a los tratamientos médicos que salvan vidas en favor de "terapias alternativas", como la dieta de los zumos y similares para curar el cáncer, por ejemplo.
Cada vez que veo una historia sobre alguien que elige un tratamiento cuya base son alimentos o suplementos dietético, en vez de la medicina moderna, culpo a la máxima "deja que la comida sea tu medicina". La pseudociencia y la charlatanería adoran esta filosofía de "la comida es una medicina" porque les ayuda a vender sus suplementos nutricionales, libros sobre dietas y sesiones de terapia. Esta razón es suficiente para que dejemos de citar erróneamente a Hipócrates.
La comida es comida, la medicina es medicina, y ambas son increíbles.
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