jueves, 28 de marzo de 2019

Kombucha ¿sí o no?

En los últimos meses se ha puesto de moda una bebida llegada desde China, Kombucha. La fuente de este artículo es Build up Dietitians, y como siempre, aquí podéis encontrar el artículo original en inglés (enlace), que he resumido más o menos brevemente. 

Es de especial interés si estás embarazada, o estás inmunocomprometid@ o enferm@. 


Imagen de LyraSid en Pixabay 
El kombucha es un tipo de té fermentado con un sabor ácido y dulce. Está hecho de una mezcla de té, azúcar y un cultivo a menudo denominado SCOBY (cultivo simbiótico de bacterias y levaduras), madre o (de manera incorrecta) hongo. 

El té Kombucha contiene bacterias y levaduras vivas beneficiosas, vitaminas del grupo B, antioxidantes y minerales en cantidades traza. EL kombucha sin sabor contiene unas 30 calorías, 2-3 gramos de azúcar y pequeñas cantidades de cafeína por vaso. No contiene grasa ni colesterol y es muy baja en proteínas y sodio. Se le puede dar sabores diferentes agregando zumo o saborizantes, que pueden contribuir a aumentar la cantidad de micronutrientes y calorías. 

El té Kombucha se ha consumido tradicionalmente por sus supuestos beneficios para la salud, aunque éstos no se han demostrado científicamente. Inicialmente, se creía que era un agente desintoxicante, para ayudar en la salud gastrointestinal y que tenía propiedades energizantes. [1] También se supone que influye sobre la inmunidad, la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, la aterosclerosis, la hipertensión, la anemia, la enfermedad pulmonar, la capacidad antioxidantes y la prevención del cáncer. [2]. Estos beneficios, así como muchos otros, se están evaluando para determinar si existe una relación entre el consumo de kombucha y la mejora de la salud y cuál es el mecanismo responsable. Los resultados de estudios en animales parece que apuntan a las propiedades antioxidantes del Kombucha y la capacidad de eliminación de radicales libres [2, 3, 4, 5]

Seguridad alimentaria

Los ingredientes de este té y su composición varían mucho de un producto a otro. Aunque no ha sido frecuente, sí que se han producido efectos adversos asociados al consumo de Kombucha, principalmente ocasionados por una falta de higiere o una técnica inapropiada [6]Los efectos secundarios más comunes reportados por el consumo de kombucha incluyen síntomas de reacciones alérgicas, ictericia, náuseas, vómitos y dolor de cabeza y cuello [7]. Cuando el kombucha existe la posibilidad de que el SCOBY se contamine con organismos nocivos, como levaduras, bacterias o aspergillus, un moho tóxico. A pesar de que el pH se mantiene relativamente bajo, la contaminación todavía puede ocurrir, por lo que los consumidores  y productores deben practicar una buena higiene, incluyendo mantener las manos y todo el equipo usado limpios e higiénico, utilizando solo recipientes de fermentación inocuos para los alimentos y cubriendo el recipiente de fermentación con un tejido fino limpio para minimizar los contaminantes del aire.


Imagen de Melanie Rodriguez en Pixabay 
La FDA afirma que el kombucha es seguro para la mayoría de las personas que consumen hasta 120ml al día. No se recomienda el consumo para personas con función inmunológica comprometida, mujeres embarazadas o en período de lactancia, niños pequeños o personas con condiciones preexistentes, ya que se desconocen los posibles problemas de salud. 

Al igual que con muchos productos fermentados, puede haber una pequeña cantidad de alcohol en la kombucha. Una vez que se embotella, en ausencia de oxígeno, la levadura continuará degradando la sacarosa a glucosa y fructosa y es capaz de aumentar la carbonatación y producir niveles de alcohol superiores al 0.5%. [8]

En resumen, este té puede o no producir beneficios para la salud y depende de cada uno si decidimos tomarlo, PERO si estás embarazada, dando el pecho, enfermo, inmunocomprometido, o eres un niño pequeño, no deberías tomarlo. 

He decidido incluirlo en este blog porque hay información contradictoria al respecto. De hecho, una dietista australiana que seguimos en Instagram lo recomendaba para mujeres embarazadas e incluso proporcionaba recetas para hacer cócteles sin alcohol con este té. 

Y creo que esto se debe no a una mala intención si no a falta de información, ya que ella ni lo vendía ni nada, simplemente le parecía una buena idea para que las mujeres embarazadas (como ella estaba) tuvieran opciones más variadas para beber. 



Referencias

  1. Jayabalan R, Malbas R, Loncar E, Vitas J, Sathishkumar M. A review on kombucha tea – microbiology, composition, fermentation, beneficial effects, toxicity, and tea fungus. Compr Rev Food Sci F [Internet]. 2014;13:538–50. Available from: http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/1541-4337.12073/full
  2. Vina I, Semjonovs P, Linde R, Denina I. Current evidence on physiological activity and expected health effects of kombucha fermented beverage. J Med Food [Internet]. 2014;17(2):179–88. Available from: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24192111
  3. Adriani L, Mayasari N, Kartasudjana R. The effect of feeding fermented kombucha tea on HLD, LDL and total cholesterol levels in the duck bloods. Biotechnol Anim Husb [Internet]. 2011;27:1749–55. Available from: http://agris.fao.org/agris-search/search.do?recordID=RS2011002797
  4. Ram M, Prasad D, Kain A, Mongia S, Sharma S, Singh B, et al. Effect of kombucha tea on chromate (VI)-induced oxidative stress in albino rats. J Ethnopharmacol [Internet]. 2000;71(1–2):235–40. Available from: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10904168
  5. Banerjee D, Hassarajani S, Maity B, Narayan G, Bandyopadhyay S, Chattopadhyay S. Comparative healing property of kombucha tea and black tea against indomethacin-induced gastric ulceration in mice: possible mechanism of action. Food Funct [Internet]. 2010 Dec;1(3):284–93. Available from: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21776478
  6. Centers for Disease Control and Protection. Unexplained Severe Illness Possibly Associated with Consumption of Kombucha Tea -- Iowa, 1995 [Internet]. MMWR. 1995. Available from: http://www.cdc.gov/mmwr/preview/mmwrhtml/00039742.htm
  7. Srinivasan R, Smolinske S, Greenbaum D. Probable gastrointestinal toxicity of kombucha tea. J Gen Intern Med [Internet]. 1997;12(10):643–5. Available from: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/9346462
  8. Dufresne C, Farnworth E. Tea, kombucha, and health: a review. Food Res Int [Internet]. 1999;33:409–21. Available from: http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0963996900000673

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