Fuente berkeley.edu |
Estas características deseables aparecieron a través de variaciones naturales en la composición genética de esas plantas y animales. Observa en la foto la diferencia entre el maíz salvaje y el seleccionado por el hombre. En los últimos tiempos, se ha hecho posible modificar la composición genética de células y organismos vivos utilizando técnicas de biotecnología. El material genético se modifica artificialmente para darle una nueva propiedad (por ejemplo, la resistencia de una planta a una enfermedad, un insecto o una sequía; la tolerancia de una planta a un herbicida, la mejora de la calidad nutricional de un alimento, el aumento del rendimiento) (1).
Estos organismos se denominan "organismos modificados genéticamente" (OMG). Los alimentos y piensos que contienen o están compuestos por dichos OGM, o que se producen a partir de OGM, se denominan "alimentos o piensos modificados genéticamente (GM)" (1).
La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria es la encargada de evaluar la seguridad de estos OMG antes de que se puedan usar como pienso, como alimento o como cultivo. Aunque hablaremos en otro momento de la seguridad y sostenibilidad de los OGM, hoy nos trae aquí algo mucho más simple y menos polémico: las etiquetas.
Para empezar hay que tener en cuenta que sólo hay una serie de cultivos autorizados en EUROPA para consumo humano y piensos. Éstos son el maíz, el algodón, la soja, semillas oleaginosas, y remolacha azucarera (aquí podéis buscar en el buscador los alimentos que os preocupen http://ec.europa.eu/food/dyna/gm_register/index_en.cfm). Estos cultivos de OGM son resistentes a determinados insectos, herbicidas o plagas. Cualquier producto con ingredientes transgénicos debe ponerlo en su etiqueta. Sólo se admite una tolerancia de 0,9% para cubrir la posible contaminación accidental, por causas no intencionadas. La legislación también establece un sistema de trazabilidad, de forma que las plantas OGM se procesen y transporten de forma separada y con documentación que las acompañe e identifique (2).
Una vez sabido ésto, como consumidores debemos estar atentos a las etiquetas ya que muchas marcas pueden llegar a aprovecharse, como está pasando en EEUU, sobre todo cuando los productos están destinados a bebés y niños pequeños y utilizan estrategias para llenar de culpabilidad y miedo a padres responsables “¿Sabes qué das de comer a tus hijos? ¡No alimentes con veneno a tu bebé!”.
Por poner ejemplo, sal transgénica – la sal no tiene genes ¡ops!. O los purés de NESTLÉ Frutas Variadas SIN Organismos Genéticamente Modificados (O.G.M.) cuyos ingredientes son manzana, plátano, pera, albaricoque, naranja, piña, uva y zumo de limón. Ninguno de estos productos tiene un cultivo transgénico porque como hemos dicho en Europa tenemos maíz, el algodón, la soja, semillas oleaginosas, y remolacha azucarera. Es decir, que se aprovechan de miedos y desconocimiento y te venden un producto "SIN", normalemente mucho más caro, haciéndote creer que estás comprando algo más sano, cuando en muchos casos no es así.
Si prefieres no consumir productos transgénicos por la razón que sea, busca aquellos de producción ecológica, pero debes saber que hasta el momento el uso de transgénicos ha demostrado ser completamente seguro para los humanos. Recordemos que los productos ecológicos SI contienen pesticidas como azufre, sulfato de magnesio, otros insecticidas extraídos de plantas etc (3). Que estos pesticidas vengan “de plantas”, no significa que sean más sanos que los sintéticos. Medicamentos como el Taxol, agente quimoterápico, tienen un principio activo que se extrae de plantas; el principio activo de la aspirina procede de la corteza de sauce, e incluso los corticoides tienen orígenes animales y vegetales.
Aquí dejo las referencias y próximamente publicaremos un artículo sobre OGM, glifosato y Monsanto.
Referencias
- European Commission. https://ec.europa.eu/food/plant/gmo_en
- OCU https://www.ocu.org/alimentacion/seguridad-alimentaria/informe/ogm-respondemos-a-sus-preguntas500144/como-puedo-saber-si-un-alimento-contiene-og
- Reglamento (CE) nº 889/2008 de la Comisión, de 5 de septiembre de 2008, por el que se establecen disposiciones de aplicación del Reglamento (CE) nº 834/2007 del Consejo sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos, con respecto a la producción ecológica, su etiquetado y su control. https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=DOUE-L-2008-81848
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