Hasta un 30% de las personas que padecen SII podrían ser sensibles al trigo. Según la literatura científica existe un subgrupo de pacientes que presentan síntomas de SII que en realidad tienen sensibilidad al trigo. Parece que además este subgrupo tiende a padecer más anemia y pérdida de peso que los que padecen SII y suelen tener una historía clínica de alergias alimentarias en la infancia (1).
Aún no está muy claro qué componente del trigo ocasiona los síntomas. Aproximadamente un 80% del trigo está formado por gluten, pero también tiene otro componente que puede jugar un papel fundamental en la aparición de síntomas: los fructanos.
Los fructanos forman parte de una grupo de hidratos de carbono llamados FODMAP. Éstos son fermentados rápidamente y mal-absorbidos, ocasionando un aumento de agua en el intestino y un aumento del tránsito intestinal. Los FODMAP llegan al colon mínimamente alterados, donde son fermentados por bacterias, ocasionando gases y distensión abdominal (2).
Este estudio (3) mostró como personas que padecían sensibilidad al gluten no celíaca y SII dejaron de tener síntomas al ponerlos en una dieta baja en FODMAP, lo cual apoya la teoría de que son los FODMAP los que generan los síntomas, más que el gluten.
Existen otros componentes del trigo, como los inhibidores de amilasa-tripsina, que también podrían jugar un papel importante, activando el sistema inmune-innato y la liberación de citoquinas inflamatorias (4).
Es importante que las personas con sensibilidad al trigo sean derivadas a un dietista (tanto por el médico de cabecera como por gastroenterólogos) ya que en la consulta el dietista establecer una dieta adecuada (ya sean sin gluten o baja en FODMAP y evitar restricciones innecesarias que puedan estar limitando la calidad de vida de estos pacientes. Por ejemplo, las personas con celiaquía que siguen una dieta sin gluten, tienden a tener una dieta en la que las ingestas de fibra y calcio están por debajo de las recomendaciones (5). Otro de los riesgos asociados con estas dietas es el desarrollo de desórdenes alimentarios como ortorexia nerviosa, que es algo que el dietista también debe tener en cuenta.
A día de hoy todavía no está claro qué componente del trigo es el responsable, por lo que se necesitan estudios bien planteados. Ésto es particularmente difícil ya que los pacientes deben ser "cegados" (no saber qué están comiendo, si lleva gluten o no, si lleva FODMAP o no, etc.) y deben seguir una dieta determinada, sin saltársela en ningún momento durante un período de tiempo largo.
1. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22825366
2. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28244663
3. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23648697
4. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25925932
5. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15882378
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