sábado, 19 de marzo de 2016

Cuando tragar es un problema...


A medida que envejecemos ciertas funciones de nuestro cuerpo tienden a debilitarse, siendo el tragado o deglución una de ellas. También puede ocurrir debido a enfermedades neuro-degenerativas, infartos o incluso demencia. A este trastorno se le conoce como disfagia. 

La disfagia puede manifestarse de varias manera: dolor al tragar, tardar mucho tiempo para tragar, atragantarse (con agua o con líquidos), frecuentes infecciones de pecho, dificultad para toser, necesidad de varios intentos de tragado para un bolo de tamaño normal, voz húmeda, etc. 

Es importante identificar estos signos rápidamente y acudir a un profesional ya que la disfagia es una condición grave que puede terminar produciendo neumonía (por aspiración), pérdida de peso, estreñimiento, estrés, piel seca y frágil, deshidratación, etc. 

El logopeda o terapeuta del lenguaje es el especialista al que acudir. Evaluará tu proceso de deglución y te enseñará técnicas de tragado, posturas para facilitar el tragado, estrategias, consistencias más adecuadas para los alimentos etc. Junto con tu dietista formarán una parte fundamental en el tratamiento de los problemas de la deglución. 

Chin tuck

Técnicas y estrategias más comunes:

  • Sentarse derecho en una silla para comer ( o si es en la cama, poner una almohada detrás de la espalda)
  • Chin tuck para proteger las vías respiratorias: consiste en meter la barbilla hacia dentro (como en el  dibujo)
  • Modificar las consistencia: alimentos blandos como plátano machacado con el tenedor, tortilla, arroz blando y con salsa; alimentos con consistencia de puré (es importante que estas consistencias sigan manteniendo el atractivo)
  • Usar espesantes para las bebidas y sopas. Éstos consisten normalmente en unos sobres con un contenido en polvo que se mezcla con el agua y que, según la cantidad que uses, espesa los fluidos a la consistencia de la miel, pudding, etc. 
  • Consistencia puré: pollo, patata y brocoli.
  • No mezclar consistencias: leche con cereales, sopa con trocitos, etc. 
Es importante que no nos olvidemos de que la disfagia se puede tratar y en muchas ocasiones los problemas desaparecen al cambiar las consistencias. 

No es normal que nuestros seres queridos se atraganten al comer y hay cosas que podemos hacer para ayudarles. 

Como último recurso, cuando hayamos agotado todas las otras opciones, podemos recurrir a la nutrición enteral, pero especialmente en demencia, no es lo más adecuado.

Siempre consulta con un especialista si piensas que tú o tus seres queridos pueden tener este problema.

Si te gustaría saber más sobre los tipos de consistencia y que alimentos están incluidos en cada grupo, consulta este documento publicado por la Agencia Nacional para la Seguridad del Paciente de Reino Unido. 

http://www.thenacc.co.uk/assets/downloads/170/Food%20Descriptors%20for%20Industry%20Final%20-%20USE.pdf

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