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martes, 7 de febrero de 2017

¿Por qué estamos tan pesados con el azúcar?

Parece que nos hemos puesto todos de acuerdo en difundir información sobre lo mismo: el azúcar. Y más concretamente los azúcares añadidos. Recientemente ha aparecido SinAzucar.org, que se trata de un fotógrafo que muy acertadamente retrata los azúcares libres de los productos de una manera muy fácil de visualizar. También hemos tenido un FB live de Mi Dieta cojea, Dime que comes y Lady Fitness Madrid (aquí); lo hemos visto en Equipo Investigación, en periódicos. Nosotros contribuimos con nuestros posts:

- ¿Cuánto azúcar tienen los refrescos/aguas azucaradas?
- Cosas que no pensarías que llevan azúcar
- Cómo evitar las trampas del marketing
- Más azúcar = Menos sano

La razón no es que nos hayamos enterado de repente de que el azúcar no es bueno; es que estamos intentando concienciar a los consumidores de las cantidades industriales que estamos tomando casi sin darnos cuenta. 

Empezando por los niños, ahora tendemos a darles más zumos envasados o naturales porque es más rápido, porque hay veces que no tenemos tiempo y "mejor que se tome la fruta en zumo a que no se tome nada"  o porque los envases están tan bien preparados que se la podemos meter en la mochila para luego. En vez del típico bocadillo, ahora les damos galletas, que vienen envasadas en paquetitos de 4 y así no se llena todo de migas. O les damos un bollito o una palmera de chocolate. O cualquier historia recomendada por la Asociación de Pediatría Española, como los Huevos de Dinosaurus. O si les hacemos un bocata, es de pan blanco que además lleva azúcar en su preparación.


¿Y los adultos? Tomamos pan con azúcar, jamón cocido con dextrosa (azúcar), le echamos miel a las cosas porque pensamos que al ser natural, es bueno (o no es tan malo, pero no), nos tomamos yogures de activia o densia o vitalinea (que son 0% grasa pero te dan un chute de azúcar que no veas), compramos pizzas que llevan azúcar, queso batido con azúcar, biscotes con azúcar, tomate natural triturado con azúcar, café molido azúcar incorporado (sí sí, el torrefacto), salsa de pesto, las bebidas vegetales suelen llevar también una buena dosis y los cereales para cuidar la línea ni te lo imaginas.... Es decir, que sin darnos cuenta, y quizás sin echarlos una sola cucharada en el café, nos estamos tomando más del límite recomendado por la OMS (25gr para una dieta de 2000 calorías, pero que si somos mujeres, y no muy altas, a lo mejor se nos queda en 15gr para 1500kcal). 

El azúcar nos sabe rico, igual que las cosas con grasa y las saladas. Muy bien lo explicaba Equipo de investigación cuando las llamaba adictivas. Y además, como lo tomamos todos los días, nos hemos hecho a ello, lo buscamos, lo queremos. ¿Y cuál es el problema? Pues que si tomamos una cantidad elevada de golpe, y no lo quemamos (es decir, que en ese momento no estamos corriendo por el parque, etc) nuestro cuerpo lo almacena, ¿cómo almacenamos cositas en el cuerpo? En forma de grasa, que para eso tenemos depósitos ilimitados. Nuestro hígados transforma ese exceso en triglicéridos y ala! a depositarse. 

Así que: moraleja: 

1) No solo la grasa nos hace acumular grasa, también el azúcar.  
2) No solo el azúcar de mesa es azúcar

Ya por último me gustaría aclarar: 
Nuestro cuerpo utiliza azúcar como energía, sí. Pero no hace falta que se lo demos en forma de azúcar de mesa. El "me duele la cabeza, debe ser falta de azúcar, me voy a tomar un sobrecito con el café para que me de energía" no vale. Tómate el equivalente de azúcar en forma de naranja, por decir algo, y además te estarás tomando un montón de vitaminas, minerales y fibra. Te saciará por más tiempo y sí, te dará más energía. 

jueves, 2 de febrero de 2017

Recetario de legumbres

¡Estamos de suerte!

El Consejo Genereal de Dietistas-Nutricionistas de España ha publicado un recetario de legumbres en el que hemos participado 49 dietistas españoles.

Hay muchísimas recetas, incluida una de nuestra favoritas: pastel de Hummus multicolor y por supuesto...la nuestra! Estofado de otoño de garbanzos y calabaza (pág 62!).

¡Aprovecha esta oportunidad para descargártelo y así empezar a innovar con recetas de lo más original!


http://diamundialdietistanutricionista.org/dmd-n-presentacion/dmdn-2016/recetario-2016/recetario-flipbook/

viernes, 13 de enero de 2017

Garbanzos con verduras y quinoa para Thermomix


Ingredientes para 4:
  • Un bote de 400gr de garbanzos cocidos 
  • 1 cebolla 
  • 2 puerros 
  • 3 zanahorias medianas en taquitos 
  • 1 nabo mediano en taquitos 
  • 120gr de quinoa (hemos usado trío de quinoas de Carrefour) 
  • 1L de caldo de pollo 
  • 2 cucharadas de aceite de oliva VE 
  • Dos ramas de hierbabuena 
  • Sal
Método
  • Echar en el vaso la cebolla y los puerros en trozos grandes y triturar 10 segundos a velocidad 5. Abrir y bajar los restos de las paredes. 
  • Echamos aceite de oliva y rehogamos 10 minutos a temperatura Varoma, velocidad 1.  
  • Echamos la zanahoria y el nabo cortados en taquitos, quinoa, hierbabuena, sal y el caldo de pollo. 15 minutos, velocidad cuchara al revés, temperatura Varoma.
  • Finalmente escurrimos y enjuagamos los garbanzos de bote, cocinamos todo junto a temperatura Varoma, cuchara al revés durante 5 minutos.
Esta receta nos aporta, por ración, 380 kcal: 55gr de HC, 12gr de grasas y 14gr de proteínas. 16% de proteínas. 56% de CH. 28% de grasas y unos 9gr de fibra.

miércoles, 4 de enero de 2017

Obesidad e inflamación crónica

Cuando el sistema inmunitario está activado nuestro cuerpo se convierte en un campo de batalla entre las células inmunitarias y el invasor. La respuesta inflamatoria es iniciada por nuestro cuerpo y a menudo nos sentimos mal, muy mal.
Normalmente cuando el ofensor ha sido eliminado, ej. un virus, nos encontramos mejor. Sin embargo, hay ocasiones en las que lo que sea que estuviera activando nuestro sistema inmunitario se queda en nuestro cuerpo y se produce un estado de inflamación crónica. En este estado no sólo nos sentimos fatal, sino que además, este estado de inflamación crónica ha sido vinculado con enfermedades cardíacas, renales, cáncer y Alzhéimer. 
 
Hay varias causas de inflamación crónica: a menudo es debido a una infección que ha persistido en el cuerpo y que el sistema inmunitario no ha podido eliminar y sigue luchando contra ella. Heridas que no se han curado también son causas frecuentes: los patógenos pueden entrar a través de una herida abierta por lo que el sistema inmunitario está en un estado de activación continua.  

Sin embargo, hay causas no infecciosas de inflamación crónica, como tumores o enfermedades autoinmunes. Recientemente la obesidad también ha sido vinculada con la inflamación crónica.

En principio parece muy raro, ¿cómo puede activar al sistema inmunitario la grasa de nuestro cuerpo? La realidad es que han descubierto que la grasa que rodea los órganos (los adipocitos viscerales) también puede secretar citoquinas proinflamatorias como TNF-α e IL-6. Las citoquinas son proteínas que funcionan como mensajeros entre las células. Cuando tienes una infección, las células inmunitarias secretan las citoquinas proinflamatorias que arrancan la respuesta inflamatoria. Pero ahora parece que no sólo las células inmunitarias pueden activar esta respuesta. 

No está claro por qué esas células arrancan la respuesta inflamatoria, pero ha sido sugerido que el aumento de los ácidos grasos libres y lípidos que son vinculados con la obesidad provocan una respuesta de estrés que quizá sea la responsable. 

Sin embargo, este estado de inflamación crónica nos da una explicación sobre el enlace entre la obesidad y diabetes tipo II. Las citoquinas TNF-α y IL-6 inician una cascada en la que al final inhiben la función de los receptores de la insulina, lo que produce resistencia a la insulina y finalmente diabetes tipo II. 

Ya sabemos que las consecuencias de la obesidad son muy graves, pero ahora es posible que las consecuencias sean más graves de que pensábamos. En el mundo desarrollado la obesidad ya es el mayor problema de salud pública y no podemos malgastar más tiempo en luchar contra ella.  


Por más información visita nuestra pagina


Reference 
 Owen J, Punt J, Stranford S, Jones P. Kuby Immunology. Seventh ed: MacMillan Higher Education; 2013.

Obesity and Chronic Inflammation

When the immune system is activated our bodies become a battle ground between our immune cells and the unwelcome invader. Our bodies initiate what is called the inflammatory response and we usually feel pretty rotten. Normally, once the offender is removed be it bacteria, virus or allergen, we start to feel better. However, there are occasions when whatever was stimulating the immune system remains within the body and a state of chronic inflammation occurs. Being in a state of chronic inflammation not only feels pretty awful it also has been linked to conditions such as heart disease, kidney disease, Alzheimer’s and cancer.
There are numerous causes to chronic inflammation, usually an infection has persisted within the body somewhere and the immune system has not been able to clear it properly and so is continuing to fight it. Wounds that have not healed properly are a common cause, the open wound is allowing access to pathogens and so the immune system is in a continued state of activation.

However, there are non-infectious causes to chronic inflammation, tumours or autoimmune diseases for example, what is more worrying though, is that recently obesity has been linked to chronic inflammation.
At first glance it seems rather strange, how can body fat have anything to do with the immune system and therefore inflammation? Well as it turns out the fat cells that surround the organs (visceral adipocytes) also secrete pro-inflammatory cytokines such as TNFα and IL-6. Cytokines are protein molecules that act as messengers between cells, when you have an infection your immune cells will release pro-inflammatory cytokines to kick start the immune response. But it now appears that the immune cells aren’t the only cells that can initiate this signalling.
What initially causes these cells to begin an inflammatory response is not clear but it has been suggested that a stress response due to excessive lipid build up and an increased amount of free fatty acids that are both associated with obesity may be involved. This state of chronic inflammation does however provide an explanation to the link between obesity and type II diabetes, TNFα and IL-6 initiate a chain of events that ultimately inhibit the function of the insulin receptor, this leads to insulin resistance which eventually leads to type II diabetes.  
As mentioned before, chronic inflammation is also linked to other diseases and with obesity becoming THE health problem of the developed world we cannot afford to waste any more time in tackling it.

For more information on our services please visit 

http://gabinetederueda.es/ 


Reference 
 Owen J, Punt J, Stranford S, Jones P. Kuby Immunology. Seventh ed: MacMillan Higher Education; 2013.

martes, 13 de diciembre de 2016

Link entre nutrición y cáncer

Aunque ya está más que establecido que una dieta rica en frutas y verduras ayuda a prevenir el cáncer, la ciencia ha avanzado un paso más. Un equipo de investigadores del Institut de Recerca Biomèdica (IRB) de Barcelona ha conseguido aislar la proteína implicada en la metástasis de tumores. 

Este estudio fue publicado en la revista Nature (link aquí) la semana pasada. 


¿Cuál es la relación con la nutrición?

Pues parece ser que el ácido palmítico, que encontramos en aceite de palma principalmente y en el de coco entre otros, y una dieta alta de grasa aumentan la capacidad de metástasis del marcador proteico CD36. Para llegar a esta conclusión inyectaron cáncer oral a unos ratones y tras alimentarles con una dieta alta en grasa, el 80% desarrolló metástasis, frente al 30% que lo desarrolló con una dieta standard. Es decir, que aumenta las posibilidades de metátasis del cáncer en un 50%.

¿Donde encontramos ácido palmítico/aceite de palma?

Principlamente en productos procesados. Como ya decíamos en este artículo, principalmente en los productos destinados a niños: Bollycao, Donuts, Croissants, Galletas Príncipe, Princesa, Donetes. ¡Flaco favor les estamos haciendo! También algunas margarinas, algunos panes de molde, patatas fritas (Ruffles), etc.

Irónicamente, las galletas "Reductoras del colesterol" que nos ofrece Cuétara también contienen aceite de palma. Aquí ya discutíamos cómo añadiendo los copos de avena ya nos vendían gato por liebre (ojo! 14g de avena por cada 100gr de galletas). Si nos lees a menudo ya sabes que el aceite de palma es uno de los mayores enemigos del corazón. Pero es que ahora además ya sabemos que alimenta al cáncer! Así que por una lado que sí, que nos bajan el colesterol y por el otro...¡zasca! 
Casi mejor nos tomamos un par de cucharadas de avena por las mañanas, no?

A partir de ahora miremos bien el etiquetado y regalémonos mejor salud para el 2017. 
Tenemos que ser conscientes de que como consumidores, estamos regulando los productos que nos rodean en las tiendas y supermercados, y dejando de comprar basura, mandaremos un mesaje muy claro: si quieres que compre tu producto, utiliza ingredientes de calidad! 

Si te preocupa tu colesterol y estabas tomando galletas para reducirlo, pásate por aquí para buscar una alternativa mejor.

Si lo que quieres es asesoramiento personalizado, escríbenos a info@gabinetederueda.es  

martes, 6 de diciembre de 2016

Posición de Eat Right sobre dietas vegetarianas y veganas

La Academia de Nutrición y Dietética americana (Eat Right) ha publicado en la edición de Diciembre 2016 de la revista Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics un documento sobre su posición oficial en cuanto a las dietas veganas y vegetarias. Podéis acceder al documento original en inglés aquí  

Eat Right ha llegado a la conclusión, tras estudiar la evidencia disponible, de que las dietas vegetarianas y veganas (veganos no toman ningún producto animal, ni siquiera miel) son adecuadas para cualquier etapa del ciclo vital, incluidas las que generan más polémica como en el embarazo y en la alimentación de bebés y niños pequeños.

En cuanto a las proteínas, Eat Right defiende cómo mediante el consumo de legumbres y productos de soja, los vegetarianos pueden consumir un adecuado aporte de proteínas, debiendo combinarlas a lo largo del día con otros tipos de alimentos como cereales para obtener todos los aminoácidos necesarios para una nutrición adecuada. 

Admiten que vegetarianos y sobre todo veganos tienen unas concentraciones notablemente más bajas en sangre de omega 3 que los omnívoros pero que ésto no parece tener consecuencias para la salud. Los omvínivoros lo obtienen del pescado mientras que los vegetarianos y veganos lo obtienen mediante la conversión de ácido alpha linolénico ALA - en nueces, semillas - en ácido eicosapensanoico EPA y ácido docosahexanoico DHA.

Recordemos que los omega 3 son importantes para el desarollo y mantenimiento del cerebro, retina y membranas celulares y tiene un efecto positivo en el desenlace del embarazo y en la enfermedad cardiovascular y otras enfermedades crónicas. 

El hierro tampoco parace ser un problema, ya que individuos con menores depósitos de hierro como pueden ser veganos y vegetarianos, se desarrollan mecanismos adaptativos para disminuir las pérdidas de hierro y aumentar la absorción. 

El zinc, que lo encontramos en lácteos y derivados y carnes, como ciervo, cerdo, ternera, puede ser obtenido a partir de semillas, como las de calabaza o girasol o legumbres como la soja o judias. El uso de técnicas como el remojo y la germinación de judías, granos, nueces y semillas pueden aumentar la bio-disponibilidad del zinc que se encuentra unido al ácido fítico (un antinutriente que reduce su absorción).

Como las dietas vegetarianas/veganas pueden ser bajas en iodo, se recomiendo el uso de sal yodada, una recomendación de la OMS para toda la población y grupos de edad. El calcio es en mi opinión uno de los complicados. Verduras como las espinacas, que son ricas en calcio, presentan antinutrientes como fitatos y oxalatos, lo que disminuyen la absorción de calcio. Otras verduras como repollo o col rizada tienen tasas de absorción del 50%. En las bebidas vegetales sustitutivas de la leche también hay que fijarse de que estén enriquecidas con calcio para asegurar una buena ingesta. Es decir, que sí que se puede tener una ingesta adecuada de calcio pero parece que hay que invertir bastante más tiempo en la planificación de la dieta. 

Vitamina B12
La vitamina B12 no se encuentra en alimentos vegetales por lo que es necesario suplementarla en dietas vegetarianas y veganas. Punto. Si sigues este tipo de dieta, aseguráte de tomar un suplemento adecuado de B12: 2000 microgramos una vez a la semana es suficiente o 10microgramos al día (1). Las cantidades son tan dispares por temas de absorción de B12, consulta (1) si quieres saber más sobre los procesos de absorción. Eat Right recomienda usar suplementos de B12 en la forma de cianoacobalamina ya que es más estable. 

Pros y contras

La dieta vegetariana/vegan parece presentar ciertas ventajas frente a la dieta omnívora. Primero en cuanto al medio ambiente: reducir el consumo de carne ayudará a reducir el cambio climático y el efecto invernadero. Eat Right nos explica que en comparación con las dietas omnívoras, las dietas vegetarianas utilizan menos recursos de agua y de combustibles fósiles, cantidades más bajas de plaguicidas y fertilizantes. Para producir 1 kg de proteína a partir de judías se requiere 18 veces menos tierra, 10 veces menos agua, 9 veces menos combustibles, 12 veces menos fertilizantes y 10 veces menos pesticidaes que para producir 1kg de proteína a partir de ternera. 

Los vegetarianos y veganos parecen tener un índice de masa corporal menor que los omnívoros, y parece que la dieta vegetariana está asociada a un menor riesgo de enfermedad cardiovascular: menor tensión arterial, grasa abdominal, menor inflamación, etc. También presentan menor incidencia de diabetes de tipo 2 y de cáncer, particularmente de cáncer gástrico. 

Pero...

Si no puedes permirtirte ir a un dietista especializado en nutrición vegetariana, la dieta vegetariana y vegana puede ser complicada para un individuo normal, ya que requiere un cierto conocimiento de nutrición y procesos de absorción y además require bastante planificación. Planificar esta dieta para evitar deficiencias requiere tiempo, lujo que muchos no se pueden permitir. Aunque una dieta omnívora adecuada también requiere cierta planificación, no es tanta como para las dietas vegetarianas/veganas. 

Para los que no les guste tomar pastillas o suplementos, esta dieta es imposible. No suplementar con vitamina B12 ocasiona anemia perniciosa, que a largo plazo termina ocasionando daños neurológicos y depresión.  

Dicho esto, reducir la cantidad de carne que un omnívoro consume semanalmente (por ejemplo, a 1 vez o 2 a la semana) también ocasionaría un impacto positivo y no obligaría al invididuo a una planificación tan exhaustiva de la dieta ni a una suplementación. Reducir el consumo de carne roja y procesada tienen un efecto positivo en nuestra salud, así como aumentar la cantidad de verduras y hortalizas que se consume diariamente.

En conclusión, nosotros pensamos que los extremos no son la mejor opción. Si decides seguir una dieta vegetariana o vegana por razones éticas o medio ambientales, ¡fenomenal! 

Pero si es por razones de salud para prevenir ciertas enfermedades, con reducir la cantidad de productos animales que consumes diariamente y sustituirlo por fuentes vegetales y aumentar la cantidad de frutas y verduras conseguirás un efecto similar sin necesidad de planificar tu dieta tan a fondo o ponerte en riesgo de padecer deficiencias. 

Referencias


miércoles, 2 de noviembre de 2016

Menos azúcar = Más sano

La Organización de Consumidores y Usuarios, más conocida como la OCU ha lanzado una campaña para conseguir que los productos que consumimos no lleven más de un 10% de azúcares añadidos. 
Esto significa que cuando compremos un yogur, éste seguirá teniendo los azúcares naturalmente presentes en la leche, pero no podrá llevar tanto jarabe de glucosa o fructosa, azúcar, etc. Lo mismo pasará con productos como el pan, o incluso la salsa de pesto!

Es un movimiento enfocado a educar nuestros paladares y los de los más pequeños para intentar reducir la epidemia de obesidad y diabetes que está presente en España en estos momentos.

Necesitan 5000 firmas y ya van 2220.

¡No lo dudes y firma!

martes, 1 de noviembre de 2016

2016: el año de las legumbres

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha establecido 2016 como el año de las legumbres. Esto se debe a que en los últimos años, el consumo de legumbres en España se ha desplazado hacia las carnes rojas y procesadas, relegando el consumo de legumbres a una vez por semana. Afirman que desde los años 60, el consumo de legumbres ha caído un 50% y según las FEN, en su informe Valoración de la Dieta Española de acuerdo al Panel de Consumo Alimentario, señalan como desde 1991 el consumo de legumbres ha caído casi a la mitad, de 20,2g por persona al día a 11,9. 

¿Por qué es bueno tomar legumbres?

Las legumbres (lentejas, garbanzos, soja, judías, frijoles, alubias, etc) son ricas en proteínas y fibra, por lo que nos sacian por más tiempo. Contienen una gran cantidad de aminoácidos y vitaminas y minerales (calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, folato) que contribuyen a mejorar la calidad de nuestra dieta. 

Además son bajas en grasas y contienen esteroles vegetales que han demostrado tener un papel importante en la reducción del LDL y de la presión arterial.  Otro punto a favor es que ¡son baratas!. 1kg de garbanzos está en torno al 1,49€ (Carrefour), mientras que un kg de pechuga de pollo sale a 4,89€.

Como ya hemos dicho, son fuente de proteínas, así que sustituirían a la carne/pescado en nuestro plato. Atrás quedaron esos años cuando tomábamos lentejas de primero y continuábamos con un filete con patatas. Y no,a pesar de las malas lenguas, no son una fuente mala de proteínas y pueden sustituir a la carne perfectamente.

¿Qué combinaciones podemos hacer?

Lentejas con verduras (espinacas, calabacín, pimiento verde), garbanzos con calabaza y quinoa, hamburguesas de judía pinta... Siempre intentando mantener la proporción en nuestro plato de la que ya hemos hablado en otros posts: mitad verdura, 1/4 proteína, 1/4 hidratos de carbono. 

A raíz del Día Mundial del Dietista-Nutricionista, el Consejo de General de Dietistas-Nutricionistas ha animado a los dietistas españoles a sugerir recetas. Aquí os dejo algunos enlaces a la página del Consejo, donde muchos compañeros se han puesto manos a la obra. Encontraréis más en Twitter con #CucharasDeSalud.
¿Necesitas más razones para empezar a incluirlas a diario en tu dieta?

Ya hemos hablado de que son buenas para nuestro cuerpo y además versátiles en la cocina. Son protectoras frente al cáncer y reducen los síntomas de la menopausia y el deterioro cognitivo. Pero es que además son buenas para el medio ambiente: su cultivo contribuye a reducir los gases de efecto invernadero y propicia una mayor absorción de carbono benéfica para el planeta, mejoran la fertilidad de los suelos y nutren a los cultivos que se siembran junto a estas y aumentan la seguridad alimentaria: tienen un coste bajo para los agricultores, pueden ser cultivadas en tierras secas y tienen un tiempo de conservación prolongado (informe completo aquí: FAO). Además, de la legumbre se aprovecha todo, por lo que no hay desperdicio y necesitan menos cantidad de agua que otros cultivos. 

Adaptado de FAO
Trucos
  • Para evitar flatulencias: cambiar el agua de remojo una o dos veces antes del cocinado
  • Remojado: para mejorar su digestibilidad y absorber mejor sus nutrientes. Remojándolas en bicarbonato también reducimos la cantidad de antinutrientes como el fitato, el ácido tánico y el fenol. 
  • Comer las legumbres con alimentos ricos en vitamina C mejora la absorción de hierro: pimiento, tomate, perejil, fruta de postre, etc. 
  • No tomar café o té en la misma comida, ya que dificultan la absorción de algunos nutrientes. 
  • Brotado o germinado: si las queremos consumir crudas, por ejemplo, en ensalada, las tenemos que remojar en agua y drenarlas cada 4 horas durante 4 o 5 días antes de consumirlas. 

Así que desde aquí os retamos a incluir legumbres al menos 5 días a la semana y a uniros a la iniciativa #MeatFreeMonday.


martes, 11 de octubre de 2016

Compra local y de temporada

Acabamos de empezar Octubre y ya podemos empezar a disfrutar de nuestros productos de otoño: uvas, piñones, alcachofa, acelga, calabacín, berenjena, setas! Aquí tenéis una infografía sobre los productos de este mes.  


¿Por qué comprar productos locales es tan importante?


  1. Sostenibilidad. Estamos apoyando a los agricultores y ganaderos locales, lo que significa que estaremos promoviendo el cultivo y producción en nuestra área, y recompensado el duro trabajo de éstos. A su vez, agricultores y ganaderos serán menos propensos a vender sus tierras para el desarrollo, ya que tendrán un trabajo reconocido. Comprando la comida local, nos aseguramos de que las granjas y campos que tenemos hoy continuarán en el futuro.
  2. La comida sabe mejor. Es recogida y vendida en muy poco tiempo por lo que está más fresca y su sabor es más auténtico que esos tomates que se han pasado un mes de transporte. 
  3. Es bueno para el medio ambiente. ¡Cuidemos lo que nos queda del mundo! Si tu comida no ha tenido que viajar grandes distancias, tu huella de carbono será menor. 
  4. Compra de temporada. No todos los alimentos están disponibles todo el año; si compramos en temporada, no solo nos estaremos ahorrando un dinerillo (porque habrá mucha producción) sino que aprenderemos a apreciar la importancia de las estaciones y a valorar cada alimento. 
  5. Alimentos más puros. ¿Y qué quiero decir con puros? Significa que no llevan aditivos para resistir un largo transporte y lucir tan brillantes en las estanterías del súper y no han sido modificados para crecer cuando no es su temporada. Son alimentos que no llevan aditivos ni pesticidas innecesarios.  
¿Cuál es el problema?

Que no es fácil. Si vamos al mercado local o la frutería, sí que veremos frutas y verduras de temporada, pero las grandes superficies no nos lo quieren poner tan fácil. 

Hace tan solo unos días paseábamos por Carrefour y contemplábamos con satisfacción las pilas y pilas de uvas que habían movido al frente de la tienda, para que todos las viéramos nada más entrar. Claro, pensé yo, ha sido la vendimia, estamos en Valladolid, tierra de viñedos, por supuesto que va a estar todo lleno de uvas. Cual fue nuestra sorpresa al acercarnos y comprobar: Uva Blanca - Italia! Así, como en pequeñito, como para que no te des cuenta. 

Caminado un poco más, ya sospechando ligeramente, nos dirigimos hacia los plátanos. Por supuesto los plátanos serán españoles me iba yo diciendo .... ¡Pero no! Venían los pobres del otro lado del mundo ¡Uruguay! Pero si ha estado Arguiñano erre que erre con los Plátanos de Canarias... es que en Carrefour no han visto el anuncio?

Este artículo de FACUA (consumidores en acción) lo pone muy bien. Se llama El asombroso caso de la fruta Española recolectada en Perú. Lo ha escrito @HdCarrefour, que en su blog suele señalar las varias estratagemas seguidas por esta cadena, y supongo que muchas más. 

El artículo nos relata, con fotografías, cómo las frutas y verduras están publicitadas como españolas pero al mirar la etiqueta nos damos cuenta de que no: Aguacates de España pero producto de Perú. O la carne: ganado español, pero nacido, criado, sacrificado y despiezado en Ucrania. ¿? Ético no es, ¡pero es que legal tampoco!

Por eso tenemos que ir con ojo avizor y desconfiar de la publicidad. Ya hemos hablado aquí y aquí de los difícil que es comprar productos sin azúcar e integrales, pues ahora también nos lo ponen complicado con el tema de la compra local. 

Hacer la compra se ha convertido en una Gymkana en la que nosotros, como consumidores, intentamos que no nos engañen y las grandes compañías intentan que caigamos en la trampa. Pero no debemos olvidar que nosotros somos los clientes y tenemos el poder para comprar un producto o dejarlo en la estantería, lo que tendrá un impacto final en las ventas de estos productos y con un poco de suerte, cambiará el tipo de productos que se nos ofrece en el supermercado.